Bajo square avenue dirección al hotel mas proximo, las noches de nueva york pueden ser realmente peligrosas, y mas a estas horas de la madrugada, no se que hora puede ser, pero por la posición de la luna seguramente ya pase de media noche. A lo lejos se ve el cartel de un pequeño hotel, entre los grandes edificios. Hotel Lincoln, almenos eso es lo que me parece leer desde la distancia.
Derrepente un hombre se avalanza sobre mi con una navaja automatica en mano. LLevaba una gabardina roida marrón, como la tipica gabardina de detective de cualquier pelicula de los años 70, iba bastante sucio, y tenia una voz muy ronca.
Derrepente un hombre se avalanza sobre mi con una navaja automatica en mano. LLevaba una gabardina roida marrón, como la tipica gabardina de detective de cualquier pelicula de los años 70, iba bastante sucio, y tenia una voz muy ronca.
-Dame tu cartera y tu reloj -grito nervioso el asaltante.
yo con la suerte que habia tenido esa noche decidi darle lo que me pedia. Por suerte siempre guardaba la documentación y la tarjeta de credito en otra cartera dentro de mi chaqueta.
-Tomé, aqui lo tiene - Dije mientras levantaba las manos en signo de sumisión para salvar el cuello.
-Tomé, aqui lo tiene - Dije mientras levantaba las manos en signo de sumisión para salvar el cuello.
El hombre tendio bruscamente su mano hacia mis pertenencias y echo a correr en dirección contraria al callejón del cual habia salido para asaltarme.
-¿Y ahora que?, ¿que mas me puede pasar esta noche? -murmure al viento.
De una forma u otra ahora debia seguir hacia el hotel, si me quedaba en la calle podia correr la suerte de sufrir otro atraco, almenos no me hubiera extrañado por la suerte que llevaba arrastrando.
LLegue al hotel, era un hotel pequeño, o almenos asi se le podria llamar en comparación al resto de hoteles del centro de nueva york, todos intentando ser tan altos como si quisieran alcanzar el cielo. Me acerque al mostrador y pedi una habitación, la mas barata que tuvieran, no me hacia falta demasiados lujos, tampoco podia permitirmelos. fueron bastante amables, pero eso no indicaba que mi suerte fuera a cambiar, por lo cual, me fuy directamente a mi habitación. Una vez alli, me tumbe en la camay cerre los ojos, con deseos de que se acabara ese día de una maldita vez.
Me levante, parecia cansado, mucho mas cansado que cuando me habia acostado. El sol ya asomaba entre los agujeros de las persianas. Tenia ganas de bomitar, a penas pude llegar a la taza del wc que habia en la habitación. Me levante y abri el grifo con el agua mas fria que se podia, y aun sin casi haber abierto los ojos, empece a mojarme las manos. ¡Me asuste! me mire al espejo y vi algo totalmente incomprensible... ¡Tenia todo el cuerpo empapado en sangre!
(...continue)
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